domingo, 9 de octubre de 2011

La Felicidad en Nicaragua


Contexto en Nicaragua
A muchos les sorprenderá la afirmación de que Nicaragua es uno de los países con los índices más altos de felicidad.
La paradoja es obvia y extensa: desastres naturales, años de guerra y política bananera, el supermercado yanqui contra extrema pobreza, la desnutrición de niños que caminan descalzos en las calles con las barrigas hinchadas de parásitos, la falta de medios en los hospitales y colegios. Un país mayoritariamente agricultor, donde los braceros de los beneficios cultivan café oro (ahora a 240 dólares el quintal) y sin embargo beben instantáneo de sobre. Uno de los pocos países donde se cultiva el cacao y donde hay gente que el chocolate nunca lo ha probado. Un país especialmente bello y desconocido por los nicaragüenses. “El sueldo no da para viajar, apenas para comer arroz y frijoles todos los días” nos contaba una empleada de una empresa.





Todo está unido aunque los hilos sean invisibles o no los podamos ver.
Acá en Nicaragua, como en todos los países pobres, es donde se ven las consecuencias de las políticas del Fondo Monetario Internacional. Los precios de los productos se marcan desde Nueva York, y apenas una décima abajo puede hacer pasar hambrunas a pueblos enteros. Los aranceles de las fronteras están previamente arreglados según los intereses de los países fuertes. Las materias primas son baratas de exportar y las manufacturas van un precio prohibitivo. Esta es la forma de que no se invierta en fábricas tecnificadas en suelos en vías de desarrollo y el crecimiento sea solo posible en los países ricos.   “Se han repartido el mundo” llora una canción de Ticken Jah Fakoly. La globalización ha llegado ya a todas partes pienso cuando veo a los jóvenes que visten con camisetas de futbol europeas. Sony, Ipod, Samsumg… rezan sus prendas deportivas. Nuestras acciones como habitantes del primer mundo no son inocuas. Cuando compras un café barato en Norte América contribuyes a salarios de hambre en Centro América. Si consumes cocaína en una fiesta en España apoyas al narcotráfico colombiano. No hay nada más simple. Suma y sigue. Nuestro estilo de vida condena a los más desfavorecidos y nos hace a todos dependientes de un sistema desigual al que se le ve el fin. La máquina esta engrasada y no para de producir. La mecha se ha encendido y la carga está lista para explotar. Nicaragua camina hacia su futuro inevitablemente como un choque de trenes en una vía muerta.






Felicidad Vs. $$$
Y sin embargo, aún siendo tan pobre, es uno de los países con mayores índices de felicidad.
La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. El intento de medir la felicidad no es nada simple, ya que la vida de las personas, no siempre es triste o feliz, depende de cada momento y muchos factores temporales.
Entre eudemonismo y hedonismo existe un desacuerdo fundamental. Aristóteles considera que ser feliz es ser humano en el más pleno sentido de la palabra. Epicuro, por el contrario, se pregunta qué es lo que mueve a los humanos a obrar, ya que para él la felicidad consiste en conseguir puro placer. Aristóteles rechaza que la riqueza pueda ser la felicidad, pues sostiene que es un medio para conseguir placeres u honores. No obstante, para Aristóteles, éstos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sino por ser medios para alcanzar la felicidad, ya que es ésta la única que se basta a sí misma para ser autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que seamos íntegramente felices. Tampoco solamente la consecución del placer nos hace felices. Normalmente necesitamos algo más para serlo. Para Aristóteles la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.
Actualmente el  “índice de felicidad”  es desarrollado desde 1981 por la asociación inglesa NEF   junto con la ONG medioambiental Friends of the Earth,  muestra que los altos niveles de consumos de recursos no supone necesariamente altos niveles de bienestar. Yo me he quedado sorprendido al ver el siguiente mapa:
http://www.happyplanetindex.org/explore/global/index.html




 
Nicaragua es como volver a casa. Toda la gente te habla por la calle, nos saludan como si fuéramos amigos de siempre. Pasamos por Masaya donde era la fiesta de San Jerónimo. Si en España las procesiones se viven con solemnidad en Nicaragua la gente grita, canta, hay banda de música y se venden cervezas. La gracia es que no te atropelle el paso. Por cierto, el santo mide no más de 30 cms y está decorado con hojas de árboles. El grado de alcoholismo estos días es importante. Después fuimos a Granada, bastión somocista y ciudad fantasma donde se ha perdido la vida en la calle por causa del turismo. La ciudad es calurosa hasta el extremo, colonial y aburrida. Ahora estamos en San Juan del Sur, un pequeño pueblo en la costa del pacífico donde los atardeceres parecen pintados con óleo. No vendemos nada pero nos vale verga porque seguimos felices de la muerte. Próxima parada Ometepe. 











sábado, 1 de octubre de 2011

Tikal



   
   
   
   
   
   
   
   
  
Llegamos a Flores con Mario desde Palenque, después  de 
dos vans y un taxi. La frontera la cruzamos a pie entre 
polvo, calor, el cadáver de una tarántula gigante y  risas; 
por la mitad de lo que nos pedían en un tour organizado. 
La recompensa en Guatemala fue una gallo bien fresquita.

Flores es una pequeñísima isla en el lago  del Petén. 6 x 4 calles solamente. Aquí el agua es casi plata, brilla y refleja de una manera espectral. El calor es sofocante pero este agua del lago no sirve para refrescarse; está para que solo le tengas que añadir unos pocos de fideos. Campamento base para quien hace la visita a las ruinas de Tikal. Para nosotros, además de esto, fue cuna del reggae pues disfrutamos de un concierto (señor Juan) y de un festival popular en un pueblito cercano con bandas de Guatemala, Belice y México. La gente por momentos mas que mirando al escenario, se partía el cuello en nuestra dirección sin poder entender que hacían allí esos gringos.

Respecto a las ruinas, existen leyendas de una gigantesta urbe maya que se creó cuando se abandonó Tikal. Dicen que esta gran ciudad podría ser el Mirador, a 8 km de la frontera de México. Son 3 días de viaje con lodo por el pescuezo, abriendo selva a machetazos. Nosotros no nos sentimos tan exploradores y nos conformamos con Tikal.

Llegamos al parque para ver el amanecer. Entre una densa niebla la jungla despierta lentamente con su variedad de sonidos. Todavía no aprieta el calor húmedo y asfixiante, por lo que se puede caminar.

La verdad es que si comparamos con Copán y Palenque, Tikal es mucho mas grande e impresionante sobretodo porque para ir de templo a templo tienes senderos de media hora por mitad de la jungla. Esta experiencia no te la ofrece ninguno de los otros dos. Vimos bichos de todos los tamaños colores y formas, monos, pavos, una especie de hámster evolucionado y multitud de aves. Además, al ser tan grande no te cruzas con nadie y tienes la sensación de que el lugar es prácticamente para a ti.

La ciudad se creó en torno al 700 a.C. y en el 250 d.C. ya era una urbe de importante carácter religioso, cultural y  comercial. Llegó a alcanzar mas de 100.000 pobladores. La técnica de guerra, algo novedoso en la época, era la de rodear a los enemigos y atacarles con cerbatanas. Fueron sometidos con sus mismas técnicas por el imperio caracol de Belice.

Los lugares son espectaculares, la parte de la guerra de las galaxias de los iwoks se rodó aquí. Los templos sobresalen de la selva y están perfectamente alineados entre si. Al único que se puede subir es al 4. Desde aquí las vistas son increíbles. Por lugares así es por lo que estamos haciendo este viaje. Los monos ahulladores parecía que se devoraban a lo lejos mientras nosotros observábamos por encima de la jungla, las pirámides y el horizonte. Un momento único para disfrutar.También estuvimos en una ceremonia maya, donde no se paran de fumar puros y se queman velas de diferentes colores. Algo muy diferente a lo que venimos viendo.

Una anécdota graciosa. Sin querer confesarnos su nacionalidad, nos contaron que hubo un ex combatiente de la guerra del Vietnam (está claro, no?) se había perdido 7 días en el parque sobreviviendo a base de la fruta que comían los monos. Dicen que lo encontraron a 60 kms alejado del camino, completamente desorientado y llamando a un tal Charly...