lunes, 9 de abril de 2012

La Isla del Sol, La Paz y el Final del viaje

La Isla del Sol se encuentra dentro del lago Titicaca, a 3800 metros de altura. Es aquí donde empieza la leyenda inca cuando el dios Viracocha se aparece a los primeros incas Manco Capac y a su hermana y esposa Mama Ocllo.
Las condiciones de vida son fuertes. La altura te aplasta contra el suelo y los movimientos se hacen cansados. El tiempo varía entre el granizo intenso, pasando por el sol abrasador y la lluvia continua. Las noches son siempre muy frías. El agua brilla de una manera espectral y la gente quizás sea más reservada o tímida. Todo se compensa con una belleza sin igual, naturaleza en estado puro y la certeza de saber que se está en un lugar único. Además no hay un solo carro en la isla y se duerme como un bebe.
Durante el trayecto de 3 horas a la Paz, donde parecía que el Titicaca no tenía final, pasamos el carro de Diego en la barcaza del estrecho de Tiquina y escuchamos Manu Chao mientras los picos nevados se reflejaban sobre el lago.
Llegamos a la La Paz el día que se acaba la bienal del viejo teatro Saavedra, el más antiguo en funcionamiento de Sudamérica. Vimos la adaptación de La casa de los espíritus de la compañía chilena Teatro de Cámara. Que gustazo volver a ver teatro de calidad.
Pasamos por el mercado de El Alto y comimos salteñas entre la muchedumbre. Ahora contamos los días para que salga nuestro avión desde el que debe ser el hotel más loco de La Paz.
Este es el post que más me ha costado escribir, quizás por ser el último ¿Como se cierra este Blog? ¿Qué se debe decir después de un año y una docena de países? No lo sé. Lo cierto es que es algo extraño volver a España. Es raro porque no es precisamente una vuelta y no porque no nos vayamos a quedar (por ahora), sino porque no volvemos las mismas personas que nos fuimos, algo nos hemos cambiado
¿Qué nos ha enseñado el viaje?
Muchas cosas, entre ellas:
que merece la pena dedicarle tiempo a las cosas aunque no consigas verlo todo,
A dormir en cualquier transporte por cualquier camino o grado de alcoholemia del conductor,
A decidir en cada momento como quieres que sea tu vida y por ello estar dispuesto a dar un giro que cambien drásticamente los acontecimientos,
Que es bueno ser agradecido porque no sabes lo que mañana puede pasar,
Que los detalles suelen ser lo más importante y Que las vistas siempre serán mejores desde más arriba,
que no importa lo lejos que vayas siempre hay vida en los rincones más inhóspitos del planeta,
Que cualquier persona puede aportarte algo y cuando te vas algo de ti queda en ella, Que hay amigos de por vida sin importar donde estén, y otros con diferentes itinerarios, de minutos.
Que hay que confiar en la gente si quieres que confíen en ti porque somos más parecidos que diferentes, que el cuerpo se hace al hábitat y son las necesidades humanas las que nos igualan, que todos soñamos y que estamos pisoteados por los mismos, Que las fronteras las crean los políticos porque el ser humano es hospitalario por naturaleza,
Que los mas religiosos suelen ser los más influenciables o los que tienen menos información a la que aferrarse,
Que los que menos tienen suelen ser los más felices porque la felicidad consiste en conservar pequeños momentos como un té caliente después de una tormenta que te cala hasta el alma, una partida de ajedrez, o una conversación de miradas profundas,
Que hay pocas cosas importantes que no tengan solución y que no cure a la larga el sentido del humor....
Que Estamos felices por la vuelta y al fin y al cabo eso es lo que cuenta.
Escuchad la canción. Calle 13 no lo podía haber dicho mejor.